Buscando caminos para adentrarme en los dominios en los que habita mi musa.

Así que desempolvamos esos textos que hacía tiempo que no leía y nos fuimos al Monumental a leerlos.

Laura Mequinenza Recitando en el micro abierto de la Monumental

Recuperé algunos textos antiguos, muy antiguos, sobre ser uno mismo, sobre quererse , sobre que te de igual esa gente que siempre te va a criticar,pq cuanto más te quieres más van a intentar que no te gustes.

Recuperé estos textos porque leí a una chica joven que parece ser que está atravesando todas esas cosas por las que yo tanto he alzado la voz y hace tiempo que no hablo. Me hizo pensar que aún es necesario, que aunque a veces pienso que ya hemos superado esa etapa, no lo hemos hecho.

Sigo encontrándome las mismas mierdas, personas que dicen como tienen que ser, cómo tienen que sentir, cómo y con qué intensidad deben de querer.

anne-carson

Quiero escribir como Anne Carson.
Me he enamorado, sí, no puedo parar de pensar en otra cosa.

Quiero mucho, muchísimo experimentar cosas nuevas con mi forma de escribir.

Se me habrá filtrado algo? Lo veremos.

Obvio que no voy a escribir como ella. Pero me ha reabierto los ojos de nuevo.

Yo, que siempre defiendo que el postmodernismo nos liberó de escribir encorsetado me siento que seguía llevando un corsé que no me había dado cuenta

como si en mis textos no pudieran… no pudieran qué? Hoy me siento que estoy redescubriendo la escritura y más allá, la libertad en la escritura.


Esa forma de jugar entre lo poético, lo narrativo,el ensayo, lo filosófico, la novela…Me hace sentir que los límites se desdibujan y te permiten expresarte en varias dimensiones a la vez.

Sé que muchos no comulgan con lo que pienso
pero me pasa en todo
no iba a ser distinto con esto.

El poemario que me ha hecho pum en la cabeza es La Belleza del Marido. No paro de recomendarlo. No te lo he recomendado aún? Pues te lo recomiendo.

Tiene una forma de meterte y sacarte de su mundo y pasar de una realidad y un plano a otro, mezclando anécdotas, datos, tiempos, curiosidades, citas y sin dejar de contar su historia. Y un poema y otro enlazado. Como una novela.

Cada vez me enamora más encontrame en la locura en los artistas. Me causa curiosidad saber de los procesos creativos, cómo nació la criatura y cuánto se disfrutó del proceso.

Por ejemplo, de Anne Carson, me encanta lo que me transmite leer sus obras. Desconozco si existe una técnica anterior que ella haya aprendido y que esté replicando.

Pero me aventuraría a especular que es una autora que, más allá de la técnica, disfruta de desarrollar sus propios métodos y juegos.

O eso quiero pensar, en cualquier caso, esa es mi sensación como experiencia lectora, y lo que me inspira a mi yo creati

Últimamente ando conociendo gentecilla a través de la poesía.

Hace poco conocí a un chaval que me recomendó un amigo y fue una experiencia revitalizadora. Por favor, más gente así.

Me habló del proceso creativo del poemario que va a publicar, cómo lo había escrito, qué le había inspirado, lo que quería evocar. La emoción en sus ojos , daba gusto escucharle. Tanto que que daban ganas ya de que estuviera publicado para echarle un ojo, me contagió tanto el entusiasmo que no lo voy a negar, me dieron muchas ganas de darle vida a algo así.

Nada que ver con otra persona, justo lo contrario, que conocí esta semana. Todo desánimo. Me desesperaba la forma tan poco pasional y agotadora de la que hablaba de su libro. Algo así como escribí unos poemas y los publiqué. Y más nada. Con una desgana y un pues eso…

Y me hizo recordar en cuando publicamos La coleccionista de azules, que, aunque me volví un poco loca, no me volví auténticamente loca del todo. Y ahora esta nueva sensación de libertad me grita que tengo que dejarme llevar en esta etapa que está viniendo a mí. Como cuando al malo de la película le aparecen los poderes…

Y quiero dejarme ser oscura.
Y quiero dejarme ser ñoña.
Y quiero dejarme ser simple.
Y quiero dejarme ser complicada.
Y quiero dejarme ser lo que sea.

Porque yo soy una oscuras ñoña,
una ñoña oscura, una loca cuerda, una cosa simple muy complicada,en el fondo me siento como Kevin de Múltiple. Hay demasiadas yos en mí. Pero yo no quiero acallarles la voz.
Quiero dejarlas fluir.

Venid a mí, fuerzas del mal creadoras y dejaros llevar!!!!

Una cosa que tb me ha encantado de La belleza del marido es esa sensación de historia, tipo novela. En la que los poemas eran pequeñas historias individuales que formaban parte de una mayor. Como algunas sitcom,que el capítulo autoconcluye pero forma parte de una historia mayor.

El otro día en un recital el autor diferencia a entre poemario y libro de poemas, donde un poemario era un puñado de poemas metidos a capón en un libro. Y que él lo que hacía no eran poemarios, sino libros de poemas, en el que el propio libro es un conjunto, que cuenta una historia, o un concepto.

Y ciertamente, había leído algunos poemarios que parecen novelas, como los de Cristina Peri Rossi, pero hasta que no fui a este recital no me había parado a pensar en lo mucho que disfruto de los poemarios, o «libros de poemas», que son un conjunto , con sus propios juegos internos.

Aunque esto es algo tan relativo. Porque imagino que muchos autores perciben un conjunto y los lectores poemas inconexos. Mismamente, el autor que digo, aunque afirmaba eso, su concepto de conjunto no se acerca a lo que yo llamo conjunto. Se acerca más a lo de agrupar un conjunto de poemas similares. No tanto a contar una historia.

En cualquier caso. Mi objetivo es experimentar. Hecho de menos hacer recitales completos, con su nexo, ir contando una historia a través de poemas aunque no se crearon con esa idea. Igual me animo y los empiezo a hacer online.

Pero lo que hoy no para de rebotarme en la cabeza es esta sensación tan refrescante que tengo de que se me desdibujen aún más los límites, resaborear la libertad creativa que tanto reivindico. Y poder hacer eso, lo que quieras. Me gusta poder seguir experimentando estas emociones.

Este año ando inquieta y motivada, y lo quiero dedicar a hacer crecer mis proyectos.

Lo de escribir en el movil me está dando mucha vidilla, no es mi formato madre, pero me permite organizarme mucho mejor y reestructurarme.
Me está permitiendo escribir, escribir, escribir da igual el qué
pero me da la vida y ando sobretodo experimentando mucho.
Ya era hora.

Y he visto que apenas subo nada a la página, o a redes o donde sea, lo que me hace pensar que estas rutinas ( porque ya no se adaptan a mi ritmo de vida) estaban matando mi proceso creativo. Así que prepararse, porque cuando lo suba, se viene dar la turra.

He tardado mucho en actualizarme, y ya veré cómo lo voy subiendo a mi página pero me hacía falta ya encontrar algo que me ayudara a canalizar mis escritos.
Me anima pensar, que quizás, vuelva a retomar mi novela.

Y tb estas las bitácoras, que hecho de menos de mi época blog, aunque nadie las lea, aunque nadie las lea. Para quién escribo, preguntaría Vicente Alexandre.

Anne Carson, en serio, toda esto por haberte leído? O es que había un algo en mí que estaba creciendo y lo has despertado?

En cualquier caso, gracias Anne. Estoy deseando ver tus influencias ya, en mis escritos.

wood people vehicle vintage

Últimamente escribo poco.

Pienso en escribir constantemente. Pero estoy haciendo otras cosas. Pero lo pienso. En mi mente navegan infinitas aventuras, historias que nunca escribiré. A veces estoy largas temporadas resolviendo incongruencias de esos mundos. Con el tiempo olvido la mayoría. También tengo conversaciones mentales. Infinitas conversaciones mentales de temas que me interesan, fantaseo escribir sobre ellos, divago mucho. Pienso en cómo enfocarlos, lo que escribiría, hablo mucho y al final se me va de la mente. Y no he escrito nada sobre ello.

Pero ¿por qué no escribo? Tengo poemas a medias, ideas para series de poemas muriendo en mi cabeza, principios, versos, miles de posibles que nunca llegaran a materializarse. Y cuadernos, muchos cuadernos. Con trozos de pedazos de fragmentos de…

He pensando mucho por qué me puede pasar esto. Aparte, claro está de por lo ocupada que estoy. Últimamente me ha rondado mucho la frase esa de que escribimos cuando no somos felices y que cuando somos felices, pues como que…casi que tenemos que forzarnos. Pero me quiero resistir a esa vaga conclusión. Soy feliz, se acabó escribir? No puede ser tan simple.

Así que pensando, me puse a recordar épocas en las que más he escrito. Y los medios en los que más escribía eran en el ordenador y en cuadernos. Cuando escribía mucho a ordenador, solía ser de noche, de madrugada. Ya sabéis, la hora bruja. ¿Y … ahora qué es lo que hago a esa hora? Desde luego no quedarme en el ordenador escribiendo. De hecho, casi todas las noches que no salgo, realmente lo paso con el marido. Da igual que la distancia se quiera interponer entre nosotros, a nosotros, eso no nos separa. ¿Y será por eso que me cuesta dejarme caer por aquí?

También escribía mucho en cuadernos, pero normalmente fuera de casa, camino de, o en bares, esperando a…ahora, los trayectos los hago andando, y aunque muchas veces ando esperando a alguien, mayormente estoy leyendo que escribiendo. Y luego está eso, lo que están llenos de medias cosas, y la mayoría de las veces ni las continuo y me está costando llevarme lo que me gusta al ordenador.

Todo aquello que no escribo, nada en mi mente hasta ahogarse formando parte de Lo que nunca escribiré. y no quiero que sea así.

Así que como propósito, no sé si decir de año nuevo, me he propuesto volver a dejar pasar por aquí mis pensamientos. Quizás aproveche y me inspire en autores que estoy leyendo, o simplemente me deje llevar por la marea que me azota en la mente, así, sin avisar.

Quería intalarme WordPress en el movil. Pensé que quizás así me ayudaría a pegarle más al tema, la instalé pero funciona fatal. Más que animarme, me desanima más. Pero… he rescatado una app que me instalé hace años para escribir mi novela, sí, mi novela, esa que anda entre ya no se cuantos cuadernos, archivos en mi ordenador en recuperaciones de discos duros que se han ido muriendo. Y acabo de descubrir que la app no solo es para planificar, sino también para escribir y voy probar lo fácil o difícil que me resulte exportar el contenido ( seguro que esto ya lo he hecho en el pasado) y posiblemente sea una forma de volver más dinámico mi contenido.

Porque todo el mundo me ha recomendado que escriba en el movil. Y me he dado cuenta que escribir en el movil, aparte de la ventaja de tenerlo accesible en todo momento, tiene otra ventaja, y es que te permite estar escribiendo boca arriba y que no necesitas donde apoyarte, y como es muy recurrente estar con el movil. Puedes incluso dejar lo que estabas haciendo y ponerte a escribir. Confío en que el movil va a proporcionarme muchos más escritos y afianzar mis ideas. Aunque todavía estoy familiarizándome con incorporar a mi vida eso de escribir en el móvil.

Hace poco, empecé uno de los retos de poesía y decidí forzarme a hacerlo en el blog de notas para acostumbrarme a este medio. También me he creado una nueva red social, threads, el twitter de Instagram y ando trasteando con ella. Alguna vez he probado a escribir en Instagram, pero reconozco que después de venir de los blogs en el ordenador, el microblogging se me hace insufrible a la hora de escribir, pero imagino que todo es acostumbrarse.

Una de las cosas que siempre he detestados de escribir en medios digitales es la facilidad con lo que la mayoría de lo escrito acaba borrado. Siempre he odiado esa pulsión digital de borrar, y no dejar rastro. Nada de tachón o borrón: ¡muerto para siempre!. Demasiado tentador para momentos exaltados. O perderlo. Quizás por eso me gustan los blogs, es como si pensaras que ahí va a durar más tiempo.

Dije que no iba a declaración de intenciones, y ya he caído en la primera. Pero allá vamos.

Pienso mucho. Escribo poco. Y quizás debería dejar tanto de pensar y ponerme a escribir más, y que la musa me pille, aunque sea, escribiendo estas tonterías. No me gustaría agregar más capítulos a Lo que nunca escribiré.

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