Y son dos, aveces tres,
unidos, hermanos,
adorablemente extraños.
Dibujan una danza,
yo en medio,
cada piel me atrae
de forma distinta.
Saboreo la impaciencia
de sentirlos todos
tan cerca
tan lejos.
Simultaneando complicidades.
Hay tantas señales
y un stop que me asusta.
Pierde intensidad la caza
de tanto desaprobecharla.