Aveces tengo la sensación de que te alejas, mucho. Marcando una distancia conmigo, hablando correctamente pero esquivo, y huyendo en cuando te es posible. No soy una acosadora, no persigo a nadie si veo que no quiere nada conmigo, te equivocas si crees eso.
Me gustas, si, más de lo que puedo controlar, más de la media, lo que me hace hacer locuras, pero locuras si tú me las alimentas, si no deseas mis locuras, desapareceré de tu vida. Después de dos días de silencio hoy me mandas un mensaje… es que me echas de menos? Me desconciertas, al principio me mandabas miles de llamadas, diciendo pienso en ti. Ahora… desde que sabes la sensación que me produces, progresivamente te alejas y apenas sé de tí. La última vez me sentí como si te apuntara con arma en la cabeza y me contestaras contra tu voluntad.
Si al final nos reunimos en Valencia… ya veremos qué pasa, si te sigo pareciendo interesante, si me huyes, si simplemente nos miramos con distancia, con cariño, quién sabe? Creo que mi silencio, hace que sea más productiva lo que quiera que sea nuestra relación.
Recuerdo que al principio decías que querías seguir hablando constantemente conmigo, que yo te gustaba, ahora, tengo la sensación que te asusta mi querencia. Y lo peor, cuando consigo silenciar mis labios, me mandas ese mensaje tonto, que no va a ninguna parte, para descolocar mi mente, para que caiga de nuevo en tus redes.
Sí, ayer recité tu poesía, pero no como me gustaría.