Contrabando.
Cambio chocolate a cambio de papel.
Prefiero té.
Y yo cerezas.
¿Sabes? Esta noche me has salvado.

Caminas lento bajo la lluvia.
No temo mojarme. Y nos mojamos.
No hay prisa
pero nos ponemos a resguardo
entre paredes que sudan frases
que esta noche no leemos.

¿Hacia dónde giran mis pies
debajo de esta mesa?
Vámonos y dejemos
que las voces que chirrían
sigan presas entre cuadros
y cabezas de caballo.
No, no olvido tan fácilmente una cara
Ni tampoco sé evitar que se note
cuando estoy nerviosa.

Escaparemos de nuevo
a ser víctimas del azar
encontrando sonrisas
envueltas en arroz y tomate
o excusas para acabar
peleando con el vino
en tu casa y seamos
únicos náufragos de nuestra historia
que amanecen envueltos
de una luz rojiza
que esculpe el tiempo
y transforma a los tigres
en gatos que maúllan
entre arrumacos.

Quiero que me hagas una foto. Quiero inmortalizar este momento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *