Cada día se me hace más difícil no amanecer a tu lado, se me hacen eternas las horas que faltan para poderte ver, y quiero pensar que tú sientes lo mismo, que cuando cae la noche en tu ventana suspiras pensando en el momento en el que vengas a dormir abrazadas, a dejarte sumergir en el sueño a mi lado.

Que las caricias que nos regalamos sean inagotables y nunca dejemos de buscarnos con los labios, de mecer el rostro en las mejillas, de olvidarnos del tiempo sumergiéndome en tu pelo, tú en mi pecho. Y recorrer con mi dedos sin prisa las dunas que dibuja tu espalda, las selvas de tus rizos, los silencios de nuestros suspiros.

Quiero que me hagas una foto. Quiero inmortalizar este momento.

4 respuestas

  1. Extraña, como dices en el encabezado, cuanto menos. Y, extraño, cuanto menos, muchas cosas que eres capaz de narrar con esa forma tuya tan real. Extraña, y compleja, hemos aprendido. Mucho sabemos, y poco sabemos, de esta relación que nos quita el sueño y nos inunda de ellos.

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