A menudo golpean en mi ventana pequeños seres
a menudo arañan con sus patitas esperando ver mi respuesta
deseando colarse en mi habitación
y que mis besos sean su trampolín de seda hasta mis bragas
golpes, arañazos
incluso susurros
intentando llamar mi atención
a través de mi ventana
al otro lado del cristal
miro, a la calle, atravesándolos
y no veo más que el viento
no veo a los seres
los pequeños insectos
que mueren sin que mis ojos
sean su salvación.