Junto a ese atisbo de esperanza que todos necesitábamos, apareciste tú. E igual que él, desapareciste tan rápido. Qué breve, pero qué intenso. Como despertarse de un bello sueño.

Listado de poemas de Adios Indefinido

Creo que por fin… he conseguido superarte.
Tengo una nueva poesía, que no me apetece enseñarte, que no me apetece esciribir aquí. Pero creo que esta última semana y media que pasaste aquí, en mi casa, me hizo verte con otros ojos. Aunque estoy desconcertada, porque todo fue muy extraño, incluso ese acercamiento repentino y volverte a alejar otra vez de golpe.

Y me invitas a ir a verte… iré?

De momento ahora te siento bien lejos. Tb creo que es que hay alguien que te ha sacado de golpe…sin buscarlo.

Estaba releyendo lo que escribí aquí hace tiempo, la última entrada creo que tenía 2 meses y he visto que me viene bien hacer estas cosas, es como hacer terapia, yo misma encuentro claves y explicaciones aunque a ratos me envuelva la locura, otras hablo con una claridad que me sorprende.

Seguiré haciendo estas terapias, cuando lo necesite 🙂

Nunca entenderé por qué cuando hablo contigo , después de tanto tiempo, después de esa última vez que viniste y fue tan raro, tan distante, tan extraño. Aún así me animas, aún así me emociono sólo de pensar que te vuelvo a ver. Recuerdo esa conversación que tuvimos por tlf antes de hoy hace dos semana, cuando nos confesamos que la última vez que nos vimos todo fué muy extraño, parecía que nos tocábamos con un palo, que nos esquivábamos, ni siquiera nos besamos. Me hizo gracia darme cuenta que ambos sentimos la misma rareza.

Hoy vuelves, de nuevo, a mi casa. Qué pasará, siempre eres tan enigma para mi, que no sé prepararme para verte, para tocarte, para besarte, cada vez que vuelves, te miro con la mirada perdida e invadida esperando una señal, un indicio de que esta unión atemporal y fuera de las distancias nos sigue acechando y volcándose en nosotros, sin por qué, sin para que… esta noche vuelves.

Volver a verte, de nuevo, y como una niña de quince años me pongo nerviosa sólo pensandote. Cada vez te escribo menos, te cambié, tengo un nuevo muso que me descoloca, que me hace perderme en mis ideales. Pero aún así sé que sigues en mi, eres algo que sigue ahí más allá de toda lógica.

Tal vez has venido, precisamente ahora, que necesitaba algo así, algo que me hiciera reordenar mis sentimientos que me sobrepasaban, me gustaría que no lo hicieran de forma tan descontrolada, supongo que entonces viviría sin emoción, o simplemente no estaría viviendo. Pero vienes y todo se ordena en mi microcosmos. Como por arte de magia.

Lo sabías? lo sabes? Te das cuenta en lo que te has convertido? Eres un símbolo más allá de todo lo que pueda o no sentir por ti. Eres la persona que tenía que conocer, más allá de toda atracción física y sexual.

Hace semanas que no hablábamos, hoy me llamas, te siento tan cercano cuando oigo tu voz… Estás como un niño el día de reyes, nervioso, inquieto, tienes ganas de empezar el viaje.
Es tan bonito despertase oyendo tu energía, tu alegría. Te cuento mis movidas y cada cosa que hace mi hermano te seduce, sé que me gustaría ser diferente a como soy. Hablar contigo me hace pensar que me gustaría poder ser más valiente pero no lo soy.

Me relaja escucharte, me encanta. Siento que hay una magia que te envuelve. Buen viaje amore. Espero que finalmente si nos veamos cuando pises Madrid.

Y me dejaste otra canción…qué querrás decirme, qué querrás…

Por qué se me salta el corazón del pecho cada vez que sé algo de ti? Ahora mismo me late desbocado pensando en ti.

Me haces sonreir, sólo con pensarte y con las cosas con las que me envuelves.
Hoy me dices que vas a empezar en dos días una senda para venir a pie hasta Madrid. Y que quieres mandarme postales desde los diferentes sitios por los que pases contándome tus impresiones. Me muero sólo de pensarlo. Cómo puedes ser tan y tan dulce?

Eres grande, grande, muy grande, enorme diría yo. Desde mi pedestal aún no alcanzo a verte. Cada palabra, cada mirada, cada pensamiento, te alza, te eleva. y no puedo guardarte más que admiración.

30 06 11
Eres Grande

«En la noche que se hizo oscura, lejos de mi pecho, pero aún enraizado mi sentimiento, tozudo y malcriado te adora y te venera. Te idolatra y te admira.

Te miré a los ojos y quise inmortalizarte, quise convertirte en piedra. Me duele pensar en que puedas cambiar. Te quiero así, dulce e inocente. Idealista hasta la muerte.

Sé que no seguimos el mismo camino, somos transeúntes que nos encontramos.
Pero encontrarte me convierte, me llena, me hace ver con otros ojos la vida.

Y da igual que estés lejos, que estés mudo, que se alejen nuestros caminos. No te siento en el pecho por lo que compartimos sino por lo que puedo entrever al asomarme a lo poco que medejan ver tus ojos. Balcón perecedero, desde el que me lanzara al abismo de saberme envolver de tus sueños, de tus anhelos.

Quién pudiera seguirte en la senda
Ser de alguna forma, aunque fuera, la sombra de lo que en mis ojos proyectas. »

Y no eres tú , ni yo, es … supongo que otra cosa.

Deshago la obsesión por convertirlo en placer. Mis juegos contigo no deben de tener un fruto, debería tomármelo siempre asi contigo. Si nos escribimos, si nos buscamos o nos escondemos debe ser todo fruto del placer de hacerlo o dejar de hacerlo. Es lo que tiene ver las cosas con perspectiva. Alejarme un poco de la ciudad me ha venido bien, porque creo que me estaba volviendo loca con todo lo que me estaba pasando y me estaba obsesionando contigo.

Voy a dejar mecerme por esta historia como merece, y no volverme loca pensándote como si me debieras algo, cuando no nos debemos nada, no somos nada ni quiero que pienses que es eso lo que pretendo.

Volviendo al calor de la ciudad o te pienso desde otro punto de vista, alejándome de la locura y recordando cómo me pedías que te regalara un pendiente mío de recuerdo y se te ocurrió la locura de pedirme que te lo pusiera y te pusiste a sangrar.

Dejémoslo ahí, además, creo que dentro de poco será imposible vernos

Ultimamente ando muy inestable emocionalmente, tanta inestabilidad en mi vida, creo que me ha hecho bajar la guardia demasiado contigo. Te pienso, pero tal vez no debería haber mostrado mis cartas tan rápido. Ahora, creo que dejaré pasar un poco el tiempo, hasta que te envuelva el silencio, como ya lo hizo ayer. No quiero alejarte de mi , pero creo que este año, cuando me dejo llevar, y me dejo volar por el sentimiento cuando estoy con alguien, lo espanto, y desaparece de mi vida. No sé si seré yo o si sucedería de todas formas.

Estoy en periodo de cambio, creo que volveré a cambiar mi filosofía, tanta supuesta bondad me martiriza. Tb es cierto que yo soy la primera que me dejo llevar por los silencios, estos silencios que queman, precisamente porque estoy vulnerable, cuando yo suelo vagar en el silencio y dejarme llevar solo en nuestros encuentros.

Volveré a saber de ti? o progresivamente te irás alejando más y más? Volverás a Madrid la semana que viene por el Orgullo como me dijiste, en caso de que lo hagas, me avisarás, vendrás aquí? Estás ahora con la que te enmudece? O con la nueva dueña de tus actos? No me gusta competir… por el afecto…

Quiero dejar de pensarte, pero te recuerdo, con esos ojitos, con esa mirada de pillo en mi cama, mientras me decías, que no me contabas cuando te ligaban otras y yo te decía que si. Por qué no soy capaz simplemente de dejarnos llevar en el baile del azar a donde nos lleven nuestros respectivos sentimientos.

Tú, chico de bellos pensamientos, que me intentas convencer de que me una a causas no como un amigo… no, como, un , amigo. Qué encriptan tus palabras?

Y que ahora sólo me apetece pensar en ti, como una obsesa, y me deshago con tus fugaces apariciones, y releo 10000 veces tus mensajes, como queriendo exprimir un significado oculto, alguna nueva señal… Y me remito el teléfono constantemente esperando tal vez encontrarte de nuevo ahi, pero no estás. Apareces fugazmente, y yo siento que te ahogo, te asixio con mis ansias de querer saber de ti. Y te dejo señales en todas partes para que puedas encontrarme… y luego me arrepiento.

Estás muy lejos y yo muy loca, necesito superar este estúpido sentimiento. Lo necesito antes de volverme loca y perderte del todo, debería saborearte, a pequeños sorbos, como los que me das, pero temo que cada vez sean más y más escasos y al final desaparezcas.

Y te pienso, en el descansillo de mi portal, aquel último beso que dio fruto a adios indefinido, y creo que ya no eres el mismo, que ya no te deshaces en mis brazos. Creo que quieres conquistarme y te asusta verme rendida. Pero no me sé resistir a tu encanto. Asi que de nuevo, tras buscarte en nuestro universos vacíos, vuelvo aquí, a vaciar mis ganas de saber de ti, hasta que vuelvas a aparecer.

Me pregunto por qué apareciste en mi vida, por qué este sentimiento de inmobilidad temporal?

Y ya van dos días que no sé nada de tí, desde que te fuiste… y yo te he mandado ya unos cuantos mensajes, en uno de ellos te puse que echaría de menos dormir contigo. Y otra vez volver a tus silencios. Esperando que vuelva esa piedra a golpear mi tejado, para saber que sigues allí.

Y hasta hecho de menos cuando me hacías mil perdidas… y te hecho de menos, y vuelvo a no saber de ti. Y me parece que hiciera una eternidad que te fuiste. Y me como la cabeza, buscandote en tus silencios, mirando los mensajes que algún día me mandaste que me deshacen pensándote.

Y se me agolpa el pecho, como una niña de 15 años, como una niña de 15 años. Ains, quién fuera femme fatale sin sentimientos de nuevo, o destinataria de todas tus atenciones. Criaturilla me siento esperando noticias tuyas, y lo peor es que te quiero libre y sin obligaciones, por tanto no quiero acostumbrarte a que crees conductas para satisfacerme, me gustan nuestras comunicaciones a destiempo, sin reglas, sin orden, pero a la vez muero de ansia por saber cuando oiré de nuevo tu voz, tus cavilaciones. Es cierto que es la forma de incentivar la conducta más efectiva, pero temo atosigarte con mis declaraciones y caigo en silencios esperando escucharte. Miedos infantiles, juegos deplorables.

Y después de las miles de locuras que envolvieron mi cabeza, viniste. Raro, como todo lo que últimamente me pasa a mi. Con el corazón en la boca buscándote en aquella plaza, que no sabía donde estaba. Que no sabía cómo comportarme, qué pasaría, que sucedería.

Y llego y me besas, un beso como de pareja de toda la vida, ni pasión desenfrenada, ni distancia confundida. Como si estuvieras acostumbrado a besarme todos los días, como si fuésemos algo más.

Y toda la noche, en la misma cama, abrazándonos con ternura, sin querer separarnos, sin poder dormir… mirándote, acariciándote. Y dejándome llevar por la locura de esta obsesión que me posee desde que te conozco. Y toda esta semana, en la que pareces mi novio de siempre, ahí conmigo, sin quemarnos en la pasión que me suele caracterizar, la cual apaciguas con tus besos y tu ternura. Apagándome poco a poco y cayendo en la marea infinita de besos en los que nos consumimos como dos adolescentes.

Sin embargo, aunque ahora ya no te consumen tus paranoias, ahora no te emparanoian mis movidas, te noto menos atado a mi. Como si nadásemos en una pecera finita, consumiendo las horas como un fósforo que da calor pero que no llega a quemar.

Sin embargo cuando más hablo contigo, más me gustas, por qué me gustas tanto? Yo misma no me lo explico, se me funden las horas contigo, en este ahogar el tiempo que no tengo, en no dormir, en no descansar por estar contigo hasta que se me agoten las fuerzas.

Nos siento encerrados en un baile adolescente en el que nos buscamos con los labios y nos miramos con cariños inocentes. Como si nunca hubiésemos besado antes a nadie, como si empezara toda nuestra historia y yo no tuviera casi 30 años y tú temblaras al acariciarme.
Despacio, contigo siento que el tiempo tiene otras latitudes y mis ojos se emocionan al mirarte, porque no me puedo creer que después de todo hayas venido. Y dices… que volverás… para dar de comer a mi gata raquítica, y quieres que vaya allí tb.

Hoy hablaba con la persona que nos une, las que nos presentó y me dice, ten cuidado, no te vayas a enamorar, y yo le digo que no me da miedo sentir, o si, no sé. Pero qué puedo hacer yo si esto no lo he elegido. Y tras decirme eso, casi me incita a buscar unas cuerdas con las que atarme a ti. Me dice, la libertad tb es elegir a quién atarte.

Me pierdo en tus silencios muriendo en la distancia que nos separa. Dónde estarás, pensarás en mi? Ayer te fuiste, y no sabía nada de ti… ausencia infinita. Silencio y yo con mis fantasmas merodeando en la cabeza, y me llamas y se espantan, todos a una. Oigo tu voz, que cada día estoy más convencida que es la que me ha hipnotizado en esta locura. Y te siento otra vez cercano, me llamas y me dices que estás mirando el ático, ese al que te quieres ir a vivir y quieres que vaya a verte… Me muero, me deshago, nuestras conversación es corta pero me deshace…
En mi tontería me muero y soy incapaz de llamarte, de invocarte, me siento en desventaja en esta extraña relación, es como si no me creyera que me haces caso. Como si todo fuera mi fantasía. Se me agolpan los miedos de que realmente no seas presa de mi encanto.

Y muerta, me quedé muerta cuando me deleitabas con tus ojos después de escucharme en el recital y me dices que quieres tatuarte mi poesía en tu espalda. Mi corazón se para y siento que me falta la sangre en el cuerpo en ese momento. Y no puedo creerme que hayas estado aqui, me deshago en besos y abrazos, en miradas tiernas, en tus no palabras que me asfixian pensando que no sientes nada. Pero a trazos se te escapan algunas palabras que me inquietan al escucharlas, me hacen sentir que no es alucinación mi desvarío. Cuando me preguntas por quien me llama desconfiado o lees las poesías de mi ex con curiosidad. O cuando me dices, con esa cara y esos ojillos, que mientras dormía y cocinabáis viniste a darme un beso y que yo no me di ni cuenta, y que al acostarte conmigo seguía dormida y no me di ni cuenta de que él estaba ahi conmigo abrazado. Y al oirte noto como tus palabras me llegan, porque me siento igual cuando te beso, te acaricio y te busco en la noche y estás dormido. Y me como la cabeza pensando que no estás. Que ya te has ido, pero despiertas, y me vuelves a besar y me abrazas y me siento llena de nuevo. O cuando me vuelves mencionar tus miedos con mi virtud de viciosa y perniciosa que desbaratas enseguida con una sonrisa y una mirada que me fascina.

Hay un efecto que ejerces en mi y es que se me quedan pegados los labios al besarte y me cuesta dejar de besarte, porque tienes un efecto narcótico que me hace adicta. Por ello sufro en las despedidas, y me cuesta besarte, pero vienes a buscarme, y cuando acercas los labios y me besas, cuando yo había dejado de besarte, una vez más para enfatizar ese no quiero dejar de besarte. Y me muero. Me muero con cada uno de tus acercamientos. Estoy viviendo una especie de sueño en el que aunque te tengo entre mis brazos, entre mis labios, merodeando mi mirada, aún no me lo creo.

Ten cuidado no te vayas a enamorar… como si una pudiera controlar este río incontrolable de mariposas que me desvelan pensando en ti. Y eso, que caigo en mil miedos, y eso que no quiero creerme nuestros futuros reencuentros.

Sin saber cómo evoluciona esta locura… vendrás? No vendrás?

Y me vuelves a llamar, me da miedo esta sensación que se descontrola de mis manos. Dices que vendrás esta semana con la chica esta o sin ella, que quieres verme. Y yo quiero verte. Ains, dime que no será otra vez como lo de sol o como lo Barcelona, porque me estoy haciendo a la idea de que vienes y no resisto la idea de que otra vez sea de mentira.

Y pienso en ella, la que te hacía enmudecer… la que siempre mencionabas, ahora a todas horas me llamas, ahora parece que ella no existe. Me da miedo cómo evolucionan los acontecimientos. Y te burlas de mi, de mi rollo anarquista, cuando bromeo sobre secuestrarte, diciéndome no sois tan libres? En fin, ese tono de burla tiznado de medio resentimiento, me hace pensar que te siguen asustando mis fantasmas.

Hoy me quedo aquí con esta sonrisa tontorrona, mientras busco trabajo, mientras tú estás de fiesta y tus amigos se burlan porque me has llamado, entiendo que esta vez si nos veremos, al menos eso, es lo que quiero pensar yo 🙂

Esta creo recordar que te la leí ayer, mientras hablábamos por teléfono, en fin, las borracheras…

09 06 11

Y cuando te vuelva a ver…
qué pensarán mis ojos
qué pensará mi garganta
qué pensarán mis adentros
qué pensarás tú?

Y cuando te vuelva a ver…
dónde reposarán mis manos
dónde reposarán mis labios
dónde reposarán mis cabellos
dónde reposarás tú?

Y cuando te vuelva a ver…
qué exhortarán nuestras sonrisas
qué dirán nuestras caricias
qué exclamarán nuestros movimientos
qué sentiremos tú y yo?

si es que nos volvemos a encontrar,
pronto,
antes de que nuestros silencios
llenen de vacíos nuestros recovecos,
antes de que nos separe realmente la distancia
antes de que nos inventemos otras vidas
y huyamos de aquella magia
que hoy me hace escribir estas palabras.

07 06 11

Atrapadas en mi garganta
esas, tus palabras
esas que venían aquejumbradas
doloridas, y no conmigo.

Atrapadas en ese orificio
desde que me llegaran
bordando una distancia
girando la aguja del destino.

Atrapadas me ahogan
como largos silencios
que desenredan con inacabadas llamadas
y me lanzas la piedra a mi tejado.

Atrapadas, esas, tus palabras
que trato de ingerir sin duelo
pero que siento atragantadas
como imagino, que a ti, mis misterios.

Atrapadas desvencijan el castillo
donde guardo aún mis fuerzas
y me debato conmigo misma
si a diario tentarte o no tentarte.

Tengo ganas de volver a verte porque sigo con esta sensación de congoga, con este vuelco al corazón cada vez que me dices esas cosas, como ahora, como ese mensaje que pende en el aire y no puedo desprenderme de él: «Tan lejos y tanto me faltas. Te echo de menos»

Por qué me afectas tanto, tanto, tanto? Y desde anoche, no puedo parar de pensar en ti a todas horas, yo que había conseguido taparte con trazos de distancia y desdibujado tu recuerdo para no pensar en ti. Me atacas de nuevo, y yo caigo rendida.

Me descolocas constantemente, aún no te tengo pillado el truquillo. Anoche en plena embriaguez, me llamas y estamos 1 hora hablando, diciéndome cosas bonitas, acercándote como ninguno de estos días desde que te fuiste. Me dices que quieres verme, que me vendrás a ver esta semana, que te has dado cuenta de que soy importante para ti.

Mi sonrisa de tonta se ve quebrada cuando me llamas hoy y me dices que has conocido hoy a una chica, y que vas a venir con ella, a verme, cuando ella tenga libre, que será los días en los que yo no no estaré libre y que si tenéis sitio en mi casa. Me desconcierta. No entiendo esto. Me pillas tan de imprevisto que no sé ni qué decirte. Pero después de colgarte… me ha quedado una sensación medio desagradable, como agridulce, porque tengo ganas de verte, pero no sé si así.

Aveces tengo la sensación de que te alejas, mucho. Marcando una distancia conmigo, hablando correctamente pero esquivo, y huyendo en cuando te es posible. No soy una acosadora, no persigo a nadie si veo que no quiere nada conmigo, te equivocas si crees eso.

Me gustas, si, más de lo que puedo controlar, más de la media, lo que me hace hacer locuras, pero locuras si tú me las alimentas, si no deseas mis locuras, desapareceré de tu vida. Después de dos días de silencio hoy me mandas un mensaje… es que me echas de menos? Me desconciertas, al principio me mandabas miles de llamadas, diciendo pienso en ti. Ahora… desde que sabes la sensación que me produces, progresivamente te alejas y apenas sé de tí. La última vez me sentí como si te apuntara con arma en la cabeza y me contestaras contra tu voluntad.

Si al final nos reunimos en Valencia… ya veremos qué pasa, si te sigo pareciendo interesante, si me huyes, si simplemente nos miramos con distancia, con cariño, quién sabe? Creo que mi silencio, hace que sea más productiva lo que quiera que sea nuestra relación.

Recuerdo que al principio decías que querías seguir hablando constantemente conmigo, que yo te gustaba, ahora, tengo la sensación que te asusta mi querencia. Y lo peor, cuando consigo silenciar mis labios, me mandas ese mensaje tonto, que no va a ninguna parte, para descolocar mi mente, para que caiga de nuevo en tus redes.

Sí, ayer recité tu poesía, pero no como me gustaría.

Estaba pensando soy fuerte, soy fuerte, soy fuerte.
Pero no he podido y al final he caido en la tentación de mandarle unos mensajes ¬¬U
Hablándole del viaje a Valencia, al que me gustaría que fuera, jajaja como para no gustarme. En fin, por qué seré tan así?

Si, creo en efecto que todo esto es absurdo.
He estado pensando y creo que se me fué la cabeza pero que no debería comerme la cabeza más contigo. Como dije en su momento… utilizaré este blog para comunicarme contigo, cuando las fuerzas me flaqueen, pero creo que fríamente debería dejar morir este sentimiento.
He pensado que no voy alentar más tus alas, y en caso de que me escribas, guardaré las distancias, para no crear debilidades, para no quedarme pensando en ti cuando te marchas, sabiendo que no me escribirás porque estás con ella.

Ella, que no la odio, ni deseo mal. Sólo envidio que a ella no le hablas de mi para no hacerla daño, y a mi no me paras de hablar de ella para decirme lo que la quieres y la amas… Detesto que te ausentes totalmente cuando estás con ella, de tal forma que parece que no existes. Y de tal forma yo tb me ausento y dejo de existir.

Por tanto, razonándolo lentamente, alejándome de la enajenada visión que hasta ahora tenía, creo que lo mejor será dejar morir lo que quiera que sea que estaba en mi naciendo. Total, tú nunca vas a corresponderme y aunque lo hicieras no me soportarías, odiarías mi filosofía. Esa que aveces cuando todos os alejais, de una u otra forma, se debilita y cuestiono. Días de flaqueza como estos anteriores en los que se me hace insufrible el peso de la luna sobre el pecho.

Esta mañana me he despertado con algunas de estas frases entre los labios y no me he podido refrenar, quién pudiera dejar de llenar cuadernos, a la vez, qué llena me siento de poder sentir esto tan extraño que ahora siento.

05 06 11

Fueron las yemas de los dedos
las que empezaron el discurso
arando primero las manos
bajando después a buscar
el centro de mis debilidades

Reticente al crepitar
de mis impulsos nerviosos
te recreabas en el funcionamiento
de tales movimientos.

Despacio en un fundir
deseo con compañía
conociéndote mientras
me deshacía entre tus manos.

Quebrando la voluntad
por los suspiros a los que
no me quería dejar llevar
arrastrando el cansancio
hacia lo estenuante
me dejé hipnotizar
por el delicado trato
y la suavidad de tu tacto
donde yo te guiara
al mar de mis senos
y tú fundieras
nuestras pieles
como un solo cuerpo.

Sombras que se abrazaran en la noche
Fugaz delirio que ahora devora mi consciencia.

Definitivamente creo que tengo una obsesión contigo… y cada cosa que me dices me hace comerme la cabeza, aunque este último mensaje «Deja de pasearte por mi mente» me hace pensar que algo tb baila en tu cabecita, que algo te hago comértela a ti tb ^^ Esto es una locura? No lo es?
Aquí sigo pensando en ti con una sonrisa en las comisuras.

Puf, cada conversación contigo es una nueva encrucijada, ahora esa última frase tuya, que me desarma y me deja indefensa: realmente, me importas más de lo que debería.
Me matas.

04 06 11

No puedo dejar de pensarte
y reprimo la tentación
de constantemente
mensajes enviarte
qué es esta locura
que me tiene presa
si ni tanto hablamos
si ni tanto nos amamos

acaso es una enfermedad
que me empuja a buscarte
a pesar de tus parcas palabras
a pesar de que tú pienses en otra
que es la que aún domina tus días

no quiero apresarte
ni confundirte con promesas
no te mentiré siquiera
no escatimo en amantes
ni en bellas caricias
aún así te pienso, te pienso

y miro el teléfono mudo
y la bandeja, de esa página
que sólo por ti visito,
que sigue vacía.

A menudo me pregunto
qué es lo que pasará por tu cabeza
cuando piensas en mi
qué clase de sentimiento aflora
en el cielo de tus dudas
en el enjambre de tus pasiones

Marioneta me siento
de los azares imprevistos
que me depara la vida
siempre lo digo y me repito
soy una mera balsa en el mar
que sólo se deja llevar

Orillarme quiero
al perfil de tu cuello
a que pasen las frías dudas
los malos pensamientos
acariciar tu nuca suave
para ayudarte a saberte dulce
alma errante que todavía buscas
lugar donde acomodarte

En fin, aveces pienso que soy la estúpida a la que todos sus amantes y amigos le cuentan las penas con sus respectivas novias o proyecto de novia. Y si te enfadas con ella, me vienes a contar a mi que la odias pero que en realidad la amas más que nunca.
Yo no creo estar de ti enamorada, pero soy persona, y de vez en cuando tb algo siento. Y ahora me siento racaneando tu atención en las horas en las que de ella te alejas, en las horas que con ella te enfadas.

Y no me parece bien ni mal, solo me hiere un poco el orgullo pensar que tal vez esto es un estúpido juego, el escribirte, el pensarte, que engrandece tu ego. Quiero decir, que tal vez debiera adorarte en la sombra y dejar de perseguirte, no creo que tus disputas conyugales, me inspiren en mis momentos de recordarte. Porque no quiero terceras personas que nos enturbien la comunicación que nos profesamos, y me veo en mi filosofía analizando las trabas que dices que os separan y me hace sentirte tal vez extraño, al conocer de ti los celos, de ti los malos pensamientos, de ti la sensación suicida de enamorarte de gestos de maltrato, a los que lamentablemente cada vez observo están más presentes en las relaciones destructivas.

Y aunque te mando mensajes explicándote sin explicar lo que siento, por qué soy asi contigo, que no sé si hubo o no un detonante. Aún así decido escribirte nuevamente, en mi idioma, ese que no puedo evitar usar.

02 06 11
Explicación tentativa

No hace falta que te materialices
te escogí sin escogerte
te has convertido, eres mi nueva musa.

Supongo que te sorprende
convertirte de la noche a la mañana
en el destinatario de mis poemas
A mi también me sorprende
pero yo no cuestiono, sólo me dejo llevar.

Quisiera volverte a ver
desplegar de nuevo el imán de tu encanto
que me seduce con besos de frágil tacto
abrazos de navegantes a la deriva
y caricias de terciopelo.

Pero también temo, que desaparezca la magia
esa magia que hace que cada día
y aún más, cada noche te pienso
no quisiera idealizarte
pero creo que ya lo he hecho.

No sé si será la distancia
o esa fugaz e intensa despedida
no te sabría decir en qué instante
me has atrapado en esta locura
de no poder dejar de pensarte.

A tí, que siempre me preguntas que por qué me he fijado en tí,
como si yo pudiera elegir o decidir esas cosas.

Y volvemos a hablar y me desoriento un poco, con tus palabras y tus gestos. Dos cosas parecen impresionarte, una es la poesía, que me comentas en casi cada mensaje, y la otra es que no entiendes por qué me he fijado en ti o por qué me has llamado tanto la atención.

Mis músculos se relajan. Pero me inquieta ser desconcertante en tu vida, a ratos me creo el deshacerme de tu imagen, y a ratos no puedo resistirme, y te mando mensajes, sobretodo de madrugada.

02 06 11
Madrugada

Y la madrugada se hace infinita
para que la forma sinuosa
de mi cuerpo en la cama
no recuerde tu abrazo, tu simetria
tu aliento dibujándome la piel
tu sabor labio pegado.

31 05 11

Había decidido no volver a escribirte
y me haces esa llamada de noche
que he tratado de esquivarla
y esta mañana, esa «la canción»
que tanto me recuerda a ti
a ti y a mi en una tienda de campaña
solos, en una plaza
antes de todo, antes de nada.

Y entonces pienso que no tiene sentido
tragarse el corazón a contrarreloj
que archivo las excusas por las que este año
se han consumido mis historias.

Estoy vaciando la botella de amores marchitos
que se van escapando de mi vida, para no volver.
Y todos tan felices, y todos tan igual
en vidas tan estereotipadas
y todos fingiendo libertad, amor libre y mil pijadas.
Pero resbalan por mi boca
y caen las reservas de la desconfianza.

Y me bebo un trago más
y me regurgita
y me hace úlcera,
todavía aún con el sabor
en los labios.

Y resisto a alejarme de la botella
y beber, y emborracharme
y volver a vomitar,
promesas, deseos, esperanzas.

Todos, mezclados en la mesa
ahora mismo no tengo tanta sed
pero este último trago
me ha sabido amargo.

Entonces tras un par de mensajes, recibo ese mensaje abrasivo, como un jarro de agua. Al que no pude responder, desmoronándose mi castillo de naipes. Donde por primera vez pensé en dejar de tener contacto contigo.

Apenas te conozco, lo sé,

no puedo siquiera poder intentar
saber lo que piensas, lo que sientes,
si es que algo piensas o algo sientes.

Tal vez me equivoco
tal vez sólo fue imaginación mía
pero por un momento, por unos días
pensé que te gustaba más
de lo que insinuan tus últimas líneas.

Pienso en aquel viaje que propusiste
del que ahora nada dices
a mis palabras esquivas
a mis adulaciones desprecias

Si no fuera porque me pareció verte
por un instante, al asomarme a tus ojos
no tendría sentido seguir pensándote
en un montón de horas decidiendo
si contestarte u obviarte.

Entonces llego del trabajo y me dices que te tienes que ir, y yo con menos de 1 hora para hacer la comida, comer y despedirme de tí, encima tú con esa rayada tuya, de que me oculto, de que me da cosa besarte :S??? Y ese beso eterno en el descansillo de mi portal según me tenía que ir a trabajar, momento que no puedo olvidar, mis ganas de quedarme, desconfiando que nos volvieramos a ver. Momento inmortalizado en nuestra poesía, más tuya que mía… la que da nombre a este blog, que no me caso de revivir en mi mente.

27 05 11
Adios Indifinido

Quiero besarte
hasta arrancarte la boca
desgastar esas caricias
a medio camino
entre miedo a romperme
y deseo de rasgarme

Te beso y se me pegan los labios
a esa manera tuya
a ese tacto controlado
a esa virtud de desatar mi deseo
sin prisas
abriéndolo con calma
dibujándome en la piel
en la cadera
en la espalda
excusas para que se rompa el tiempo
nos hagamos presas del silencio
de tus haceres calculados
que reptan entre las pausas
entre las palabras que tienes
para decirme que te importo más
de lo que aparentemente debería

tus calladas miradas
que se piensan el abrazarme con ansia
o escapar y desalojar mi cama
mi casa, mi abrazo, mi beso, mi…
me tengo que ir y tú besándome
con mi cuerpo entre tus manos y
las agujas de un adios indefinido
apuntando a nuestras caras
no quiero irme
no quiero que te vayas
me tengo que ir
¿te tienes que ir?
Vente
No puedo

Otro beso, otro abrazo,
los fantasmas vuelven a tu cara
nos vemos,
el domingo
si todo sigue
si estoy
si eso
Adios

Y yo muriendo
con el sabor de tus besos
que no se me apaga.

Día 1 27 05 11
antes de saber que te irías, tras haber compartido contigo una noche sin dormir, precedida por otras tantas horas sin dormir, ingenua de tu inminente despedida

27 05 11
Bailando despacio

Sabes a gloria.
Bajo esos pantalones mojadosde tanto trasnochar
(tirado en las plazas donde aún duran las batallas)
se escode ese frágil muchacho que parece
que acabara de llegar.
Me miras y abres el balcón de tus ojos
y me siento agusto
eres como tierra mojada
como hierba recién cortada.

Bailas despacio bajo la madrugada
son muchas horas sin dormir
y estamos ahora aqui
tirados abarrotando mi cama
y recorres mis dedos con calma
como si fueses una hormiga
reconociendo con las antenas a otra.

Ingenua, sonrío,
estábamos mandándonos señales equivocadas
mirándonos de reojo a destiempo
bebe de mi boca esta noche
palabras y besos a igual medida nos repartimos
en tus ojos nuevos, esos recién descubiertos
me trazan una ruta para que te siga
te apartas de mi costado cuando te ausentas
creyendo que existen normas
para los encuentros no planeados
y regresas con delicadeza y ternura
cuando deshago tus armas.

Nada nos prometemos.
Las promesas son para los enamorados
Y tú y yo, estamos en otras vidas,
vaciando las manos hundidas
de este cariño de entretiempo.

En mi brazo cierro tu cuerpo de medio abrazo
deposito mis yemas en tus mejillas
en tus sienes, en tus rodillas
ramificaciones se engarzan a tu cintura
hoy no te escapas, no porque yo te retenga
sino por que hemos conectado

Curioso final , jajaja, me hace gracia cada vez que lo leo, si antes lo digo, antes me dices que te tienes que ir. En fin. Cosas que pasan.

03 06 11
Te conocí de casualidad, y una necesidad superior a mi me lleva a buscarte, creo que te desconcierto y no quiero alejarte, de madrugada me siento más débil para controlar mis impulsos, por tanto he decidido abrir un blog para desahogarme, ya que yo misma encuentro inexplicable este sentimiento.

Te conocí apenas hace una semana, apenas hablamos, apenas tuvimos trato, yo pensaba que yo no te caía bien, que me esquivabas, pero aún asi tuvimos un retiro en la tienda de campaña, tú y yo solos, contándonos la vida, impresiones de lo que es importante, recuerdo sentir la complicidad suficiente para desahogarte mis temores, mis miedos, mi soledad actual, la cual normalemente me cuesta reconoce. La primera noche dormimos muy juntos, rozándonos pero sin tocarnos, sin intentarlo, sin poder dormir debido al ruido, a la conversación política y pseudo flirteo que nuestros acompañantes profesaban, estabas ahi, a mi lado, pero a la vez estábamos tan lejos…
Al día siguiente sentía un balcón profundo en tus ojos donde me invitabas a asomarme pero que sentía lejos, una espesa distancia que nos separaba. Estabas ahí pero no te conseguía tocar. Pero a la noche, en una cama de 4, nuevamente 4, volvías a estar a mi lado, cerca, sintiendo tu respiración, no pude resistirme y te cogí la mano y te invité a que me abrazaras… seguimos con pequeñas caricias entre las manos, como reconociéndonos, una comunicación inocente que por fín a ti me acercaba. Estabas ahí y el corazón se me aceleraba, sin hablar, sin mirarnos, solo tu abrazo en la oscuridad, tus manos jugando con mis manos, no podía más, todo me invitaba, a pesar de nuestros acompañantes a quererte besar. Nos besamos, nuestros acompañantes huyeron y entonces nosotros quedamos, nos hablábamos y nos besábamos, tú que tan lejos hasta hacía poco estabas, te sentía cerca, te sentía a mi unido, la complicidad de tus palabras, el miedo en las mismas. Cerca y lejos, lejos y cerca. Me temes, por ser sincera, te temo porque no te conozco pero a la vez te siento como de toda la vida. Qué es esto que me hace querer estar de ti cerca y no quererme separar?
Hace tiempo que no creo en las relaciones, y menos a distancia, tú tendrías que irte en unos días, yo no puedo comprometerme con nadie, ando demasiado seducida por la liberdad, cosa que te hace sentir inseguro en mi presencia, en cierta medida, al oirme te relajas, pero se nota que sigues alerta. Me imaginas soberana del mal, pero cuando me fundo en tus brazos y pierdo mis armas en tus labios, me miras sorprendido y no sabes cómo tratarme.
Pero tú tampoco quieres algo o no algo, no sabes qué ha sido este encuentro. Sigues atado en tu ciudad, a quien no sabes si quieres o no quieres o que es lo que tienes allá. Creo saber lo que sientes, pero no lo puedo asegurar.
Tú inminente despedida me pilló de sorpresa, te imaginaba conmigo una noche más, una noche en la que yo no tuviera que madrugar, no tuviera que escapar de tus brazos, no tuviera que dejarte mientras mi cuerpo se quejara por no quererse marchar. Pero te ibas… y tu rostro me reflejaba distancia, aparentemente volvía a haber un muro, que rompimos en el último momento, con esos últimos besos, con esa despedida apresurada de la que no me he podido reponer.
En tus mensajes me preguntas por el detonante, en que momento me empecé a sentir así? No lo sé, elaboro hipótesis. Pienso en mis melopeas… pero al fin y al cabo, en estas cosas, de qué sirve teorizar? Y me siento agusto pensando en ti, pero me agobio pensando en que tal vez te estoy rayando con mis mensajes, mis poesías, mis confesiones. Así que procuro evitar contactar contigo, pero… no lo consigo. Por eso este blog, para matar estas ansias y resistir hablarte, porque aveces pienso que esto es mi paranoia, y que tal vez a ella te estoy arrastrando.

Hoy hablé con una amiga, me decía que su novia sentía tantísimo por ella, que (en fin, justo ahora me acabas de llamar por tlf, me rompes… yo con mis movidas, y tú vas y me llamas todo feliz tras haber recitado mi poesía, esa que dices que has sentido un montón, esa que tanto te gusta, para desmontarme con tus palabras, cada día me siento más extraña con esta historia) ella aunque no la quería, se dejaba llevar por ese sentimiento, creyendo que también provenía de ella. Al hablar de eso, de su reciente ruptura, temo que eso de que empiezo a llamarte la atención más de lo normal sea algo parecido, pero en realidad… no busco nada de tí, tal vez solo compartir contigo esto que siento, sin más aspiración. Y con el deseo idealizado tal vez, de volver a encontrarnos, tal vez, de volver a besarnos.

Así que antes de empezar con paranoias nuevas… (puf, ahora tengo el pecho revolucionado tras tu llamada) voy a transcribir las cosas que te escrito de forma cronológica. Por ordenar mis ideas. Entre ellas, tu poesía, que ya la siento más tuya que mía, de tantas veces que me has dicho que te encanta, de tantas veces que me has dicho que la has leido, que de hecho la has leido tú, antes que yo, ante un público.

Quiero besarte
hasta arrancarte la boca
desgastar esas caricias
a medio camino
entre miedo a romperme
y deseo de rasgarme
Te beso y se me pegan los labios
a esa manera tuya
a ese tacto controlado
a esa virtud de desatar mi deseo
sin prisas
abriéndolo con calma
dibujándome en la piel
en la cadera
en la espalda
excusas para que se rompa el tiempo
nos hagamos presas del silencio
de tus haceres calculados
que reptan entre las pausas
entre las palabras que tienes
para decirme que te importo más
de lo que aparentemente debería
tus calladas miradas
que se piensan el abrazarme con ansia
o escapar y desalojar mi cama
mi casa, mi abrazo, mi beso, mi…
me tengo que ir y tú besándome
con mi cuerpo entre tus manos y
las agujas de un adios indefinido
apuntando a nuestras caras
no quiero irme
no quiero que te vayas
me tengo que ir
¿te tienes que ir?
Vente
No puedo
Otro beso, otro abrazo,
los fantasmas vuelven a tu cara
nos vemos,
el domingo
si todo sigue
si estoy
si eso
Adios
Y yo muriendo
con el sabor de tus besos
que no se me apaga.
¿Nos volveremos a ver?