Hemos aniquilado la última botella
y todavía no he decidido
dónde voy a dormir esta noche.

Es probable que haga círculos
aprovechando el sudor de la mesa
recalculando el trayecto de vuelta.

Cualquier excusa es buena para seguir la noche
cuando no quieres volver a casa
pero no todos los destinos llevan a una cama.

Normalmente disfruto con el placer
de acabar en habitaciones de personas
que aún no he besado
relamer la impaciencia
de quien te tiene cerca
te desea, pero aún no te ha probado.

Siempre me ha gustado jugar,
pero sólo si tengo enfrente
un rival adecuado, alguien
que también disfrute de este juego.

Esta noche, sin embargo
necesito otra botella
tanta sobriedad me desconcierta
me siento el personaje equivocado
en una película empezada.

Demasiadas explicaciones
exceso de confidencias
el recuerdo latente
de quién no está.

Creo que yo sobro en esta habitación
está llena de fantasmas
madriguera infecta de inseguridades.

Posiblemente otra noche
hubiera sido todo distinto
o no, quién sabe.


 

Este poema fue recitado en el Averso en Valencia dedicado al alcohol.

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