– Nunca me he enamorado.- Y la volvió a besar.

Ella pensó que le estaba desafiando y terminó estrellándose contra él, como tantas lo habían hecho antes, kamikazemente.

– Lo siento. Nunca me he enamorado. No puedo corresponderte – Y mientras se despedía de ella, intentaba comprender qué era lo que las hacía estrellar contra él, inevitablemente.

Microrrelato inspirado en la canción Irrepetible

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *