Y ya van dos días que no sé nada de tí, desde que te fuiste… y yo te he mandado ya unos cuantos mensajes, en uno de ellos te puse que echaría de menos dormir contigo. Y otra vez volver a tus silencios. Esperando que vuelva esa piedra a golpear mi tejado, para saber que sigues allí.

Tu mensaje: