El romanticismo me hizo imaginarte
joven, esbelto,
con poderes sobrenaturales
que tu boca en mi cuello
me podría hacer inmortal
o morir a tu voluntad.
Una increíble melena
Infartando mi deseo
ciega como grupie adolescente
Víctima inevitable
A una mirada hipnótica
Estroboscópica
Incapaz de negarme
Después de que llevaras
Océanos de tiempo
Buscándome.
Sin embargo
al caer la noche
he deseado acabar con tu estirpe
tu especie y cualquier otra
que, como tú,
se alimente de sangre.
Malditos hematófagos
Fetiche perverso
Degustar el dulce cáliz
Que nuestro cuerpo segrega
Sangre que no solo atrae
a aradores o candirus
jejenes, chipos, chinches, pulgas, piojos o mosquitos
también atrae ladillas
también atrae a la tenia
también vendrán los tábanos
adictos a la sangre
sanguijuelas
lampreas
garrapatas
y tú
el más peligroso de todos
hematófago
corrupto
impasible
insaciable
asfixiándonos
succionando no eróticamente
hasta dejarnos totalmente
secos
no inmortalmente no vivos
no realmente muertos
indefensos
¡Vampiros!
Hasta la última gota de sangre
me cuesta llamaros humanos
os quedáis absolutamente con todos los recursos
os habéis apropiado del nuestro mundo.