Aveces es difícil decir adios
adios definitivamente
porque el real, no se elije
simplemente sucede.
Algo se rompe dentro
y tratamos de remendarlo
y no se elije
empezar a sentir “ese” algo.

Ahora de cuerpo presente
no sabemos decir adios
y lo sujetamos
mientras se va pudriendo
en nuestras manos.

Quiero que me hagas una foto. Quiero inmortalizar este momento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *