Cartas a Dios
Parte I
-I-
Son un río de furia tus palabras,
en algun lugar debe haber un héroe,
pero no soy yo.
El fuego quiere posarse en mi garganta,
en mis yemas.
No puedo ser tu héroe arrodillado.
Alguien debe escapar del teatrillo,
alguien que te señale,
alguien que sepa,
por qué hacerlo.
En el fondo,
ambos sabemos
que no puedo ser tu héroe.
-II-
Pero cuesta tanto marcharse,
para no volver.
Saber que será mi dedo índice
lo único que nos una,
enfrentándonos.
Saber que cada palabra que alce
me golpeará,
Saber que me convertirás
en proscrito, en maldito.
Alguien debe hacerlo
y sabemos que ese alguien
debo ser yo.
-III-
Mientras abandono la luz
mis alas paliceden
ennegrecen.
La luz no puede existir
sin la oscuridad.
Ahora mismo
la luz
lo invade todo,
de tal forma,
que ha dejado de existir.
En la oscuridad
no crecen los héroes que han de venir,
para tí,
para tu cielo,
para la escena perfecta,
en la que no quiero aparecer.
Nos veremos de nuevo
cuando la luz te canse
cuando no quieras más héroes
y la calma vuelva a tus frases
apagando el fuego
que hoy,
me empieza a consumir.