“A Eva, la primera mujer”
La primera mujer. Eres Eva. La primera mujer para mi.
La primera en colonizar los valles, los montes, las depresiones.
Mis ríos y mis mares. Buscadora de tesoros y misterios.
Aventurera que cabalga a lomos de mi temperamento
que con las riendas en tus manos azotas mi estremecimiento.
Eva. Que buscas una excusa cualquiera
para profundizar en los ecos de mi silencio,
tejiendo la canción que componemos en nuestros encuentros,
la que mencionas siempre al recordarlos.
Eva. Que secuestras el sentido de las palabras
para elaborar un nuevo idioma, uno secreto
que ni siquiera tu entiendes
y naufrago al intentar comunicarme contigo.
Me dejo llevar y me pierdo en tus adentros.
No busco cambiarte, no alcanzo a entenderte,
quiero sin embargo poseerte. Amarrarte a mi sentimiento
y secuestrarte a la isla de mis anhelos…
pero acrobática amazona te libras de mis yugos
y fugaz te escapas de mi.
Pero incoherentemente me quedo atrapada
en el mundo quebradizo que dibujas a trazos para mi.
Eva.
La primera mujer.
Podrá haber más mujeres,
pero sólo una será la primera.
Eva.