Era de noche y no era tu cama, ni la mía
era de noche, y una serpiente en tus ojos.
El rojo nos tiñó la saliva
mientras nacían en tu espalda heridas
cuanto más profundas, más nos unían.
Entre mis muslos, llora un río.
Era de noche y no era tu cama, ni la mía
era de noche, y una serpiente en tus ojos.
El rojo nos tiñó la saliva
mientras nacían en tu espalda heridas
cuanto más profundas, más nos unían.
Entre mis muslos, llora un río.
1 comentario en “Un río”
Me encantas 🙂